Google, el ayuntamiento y yo bien conectados
Aparentemente era la típica presentación de un concurso del Ayuntamiento de Madrid –GoApp 2016–: su finalidad, involucrar a la ciudadanía en la búsqueda de soluciones a retos sociales a través de la creación de una aplicación app. Se respiraba un aire de ganas, de entrega, de motivación y entre el público había personas de muy diferentes edades, inquietudes, de diversos mundillos y entre ellas me encontraba yo. Empezaron a explicar las condiciones del concurso y ahí, me empecé a emocionar, sí, a emocionar. Algo que me pasa últimamente y que me sirve de termómetro para detectar donde quiero estar, la verdad es que así dicho parece fácil, ¿no?, hay que entrenarse para ello :-) . Cada idea que aparecía me gustaba más que la anterior y mi emoción se incrementaba y no paraba de moverme en la silla ni un momento.
La decisión ya estaba tomada; no me perdía esta convocatoria ni harta de vino. Aunaba dos aspectos fundamentales de mi trayectoria, la parte técnica de formación de tantos años y el aspecto más medioambiental y social en el que me encuentro ahora. Me quedé con tres ideas de al menos seis que me cautivaron. Era el turno de enfocar y poner zoom a cada una de ellas. Esta parte me gusta, como dice un amigo: “pones el foco y arranca la estratega”. Tiene mucho que ver con disfrutar del camino y en ese proceso se aprende un montón.
Puse el pie en el acelerador y a caminar:
Primera idea: movilidad compartida. Di el paso de contactar con el director gerente de la EMT de Madrid. Por como le vi en la presentación, con un carisma abierto, pensé que me atendería. Hice bien porque me respondió encantador. ¡Qué alegría cuando desde lo público te sientes escuchado y atendido!
Segunda idea: cooperativa de coches eléctricos. A través de un amigo de la comunidad Ouishare, Albert, me puso en contacto con una gente de Mataró que tienen un proyecto muy chulo: Som Movilitat. Podría compartir con ellos la idea. Allá que me fui, a pasar un gran día cerca del mar, ¡qué bien me vino!, contagiándome de sus comentarios y su experiencia.
Tercera y última idea: una planta piloto de compostaje en el barrio de Hortaleza. Quedé con una de las responsables del proyecto. Se están moviendo, ¡es increíble la energía y las ganas que le están poniendo! Tengo la sensación que este proyecto se asemeja a muchos del norte de España –País Vasco o Navarra–, donde el tema de la colaboración ciudadana es una realidad. ¡Ojalá sigamos esos pasos!
Y ¡chan!, la elegida fue la primera. Pensé que me daría puntos tener al ayuntamiento de apoyo y además parecía la más rápida para desarrollar. Centrada la idea, ahora me tocaba buscar equipo. Esto me resultó lo más costoso, aunque finalmente moviendo todos los contactos y con algo de imaginación, encontré lo que buscaba. Eran dos equipos: uno para el desarrollo del prototipo de la aplicación y otro para hacer el video presentación. En el primero necesitaba a un buen técnico y para el segundo: un creativo, un ilustrador, un montador, un locutor y un editor de sonido. Cuando fui consciente de todo, “puffff”, ¡me entró un agobio! Aunque lo tenía tan claro, que continúe. La parte del video, gracias a la ayuda de mi hermana y mi madre, salió como quería…ellas son las creativas de mi vida.
Hoy es el día de la entrega. En diez días un jurado valorará los proyecto y seleccionará a cinco. Mentiría si dijera que lo de menos es que me seleccionaran. Lo cierto es que me he divertido con el proceso: la selección del nombre, las entrevistas a los candidatos y sentir de nuevo que cuando uno se propone algo desde lo más instintivo no falla, desde ahí siempre acertamos y aprendemos. Y os aseguro que esto me da mucha, mucha fuerza para seguir con nuevas iniciativas, ¡cuidado a los navegantes cercanos, no va a ver quien me pare :-) !